No Más Al Piloto Automático Mental
En tantos días tratando de entender y comprender las mejores acciones para alcanzar el éxito profesional y personal, concluyo que la tarea es bastante ardua; esto no solo fijándose en el sentido generalista de los ciclos de vida, sino en el que se precisa que hay múltiples factores que están más allá de nuestra voluntad, que principalmente se entrelazan con las distinciones genéticas y la capacidad neuronal que se genera del reconocimiento y entrenamiento de la conciencia físico-mental.
Y es que es muy cierto decir que este camino no es nada fácil, ya que el ser humano es dinámico, emotivo y a raíz de esto ostensiblemente tentado a que su actuar pueda ser muy diferente en el día a día, más aún cuando al enfrentar las situaciones cotidianas nuestras reacciones están caracterizadas para asumirse bajo un mando de estado ¨normal ¨. Lo que ocurre básicamente es que nuestra mente se parametriza con una especie de piloto automático que asume un modo simplista y facilista (respuestas reactivas) que no permiten desplegar el verdadero nivel de coherencia, consciencia e inteligencia que se ha podido desarrollar a lo largo de nuestras experiencias, estudios y conocimientos más próximos.
Estas características de modo piloto automático limitan el potencial e intelecto de la gente y muchas veces son más notorias cuando las mismas se relacionan con el tener que asumir nuevos retos y responsabilidades; en consecuencia de esta ocurrencia, se logra inhibir la funcionalidad intelectual máxima de nuestros sentidos humanos. Es así como al revisar lo referente, encontramos que, en el común de los casos, bajo la acción del piloto automático mental, se ocasiona un bloqueo temporal e inmediato de nuestras ideas más profundas y racionales ante las diferentes situaciones que debemos afrontar y experimentar en la vida.
En otras palabras, para afrontar las realidades de la actualidad es crucial entender que en ocasiones nuestra mente evidencia inestabilidades motoras que se desencadenan debido que debemos enfrentar generalmente un gran número de interacciones y situaciones desconocidas. Cuando acontecen estos sucesos, el ser humano tiende a perder potestad y coordinación sobre los conocimientos e ideas que han sido obtenidos con anterioridad, debilitando así, nuestras capacidades sociales y demostrando un alto grado de incoherencia entre nuestros pensamientos inmediatos y las ideas que realmente se tienen acerca de lo que se quiere expresar.
Con lo anterior, queda claro que en la búsqueda de un mejor desenvolvimiento social e intelectual las personas deben concentrar esfuerzos para enfrentarse a las adversidades y manejar a cabalidad el efectivo accionar mental y físico, intentado alcanzar un nivel de coherencia optimo entre los pensamientos e ideales y las acciones que se adelantan en virtud del papel como seres humanos y en pro del desarrollo integral.
En definitiva, se deja viva la inquietud sobre este fenómeno, para poder incursionar en el Stop frente a la traición del subconsciente y buscando limitar el dominio Al Piloto Automático Mental, invitando a estudiar y reconocer nuestro propio ¨ yo¨, intentado obtener el máximo control de sí mismo. El objetivo fundamental se enfatizaría por lo tanto en ser consciente de lo que se dice y se hace en todo momento, en no perder nuestro redil en ningún instante y lugar.
Finalmente, de lo planteado encontramos que el verdadero secreto del buen vivir esta entonces en comprender y controlar a plenitud nuestra mente y cuerpo, un ejercicio coordinado y constante que permita el equilibrio consciente de nuestras acciones; a partir de ello, tratar de ser mejor persona y alcanzar un mayor entendimiento acerca de los alcances de la mente humana y de las reflexiones que se deben plantar para realmente abordar un estado meta en nuestro actuar y para la condición de vida anhelada, que permita a su vez manejar con mayor facilidad y autonomía nuestros sueños e ideales.